“Sin sociedad civil no es posible el desarrollo. El individualismo no es rentable”: Juan Pablo Remolina

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Muchas iniciativas se han impulsado en el Cesar, y más concretamente en Valledupar, alrededor de los afanes de la sociedad civil de lograr una organización que permita empujar el desarrollo territorial. El esfuerzo es significativo, sobre todo porque muchos caracterizan de individualista a la sociedad cesarense.

“Es un cometido difícil, mas no imposible, y menos cuando es necesario y vital para el Cesar: el desarrollo del territorio no se logra con mesianismo, sino con el concurso decidido y determinante de todos sus sectores representativos. Sin asociatividad no vamos a ninguna parte”, sostuvo un líder gremial consultado.

La ‘Asociatividad civil’, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), es un fortalecimiento para concebir procesos asociativos, mejorar la gestión de recursos, crear nuevas formulaciones de políticas públicas de los municipios y departamentos, e identificar fenómenos territoriales que superan límites administrativos, los cuales deben ser analizados y tratados bajo una visión regional.

Muchos territorios extranjeros y colombianos – Antioquia, Barranquilla, Bogotá, Santander, entre otros nacionales – son ejemplos por la creación de instituciones paralelas a través de las cuales se agrupa y cohesiona la sociedad civil, sobre todo las PRO, en las cuales los empresarios participan en el desarrollo de los territorios.

En la actualidad, un grupo de cesarenses, bajo la divisa de ‘Dialoguemos Cesar’, se ha dado a la tarea de sensibilizar a dirigentes de diversos sectores en búsqueda de esa asociatividad. Liderados por Camilo Quiroz Hinojosa, Gelca Gutiérrez y Carlos César Silva, han propiciado encuentros de consolidación, participando en algunos de ellos altos funcionarios del Estado – Luis Alberto Rodríguez y Jonathan Malagón – como también invitados especiales que han transmitido sus experiencias como gestores de esa asociatividad en otras ciudades colombianas.

Juan Pablo Remolina es un joven especialista en estas lides. Actualmente es el responsable de Prosantander y, como tal, le ha tocado conocer a fondo la filosofía y dinámica de las otras pares en el país. Sin equívocos, es un científico en la materia. Como invitado a la primera reunión de ‘Dialoguemos Cesar’, tuvo oportunidad de interactuar con la dirigencia local y hoy logramos extractarle, para Enfoque Vallenato, sus impresiones sobre la materia.

Enfoque Vallenato (E.V.).: Dr. Remolina, cuéntenos su experiencia como gestor de asociatividad en diversas ciudades y departamentos del país…

Juan Pablo Remolina (J.P.R.): Solo he trabajado en el departamento de Santander, pero he tenido la oportunidad de compartir experiencias del departamento en otras regiones. Es fundamental que las empresas se unan para pensar en el desarrollo territorial, para plantear una perspectiva a largo plazo, participar en las conversaciones sobre lo público y otras determinaciones.

Juan Pablo Remolina en entrevista con Enfoque Vallenato

E.V.: No es fácil la organización de la sociedad civil para participar en el desarrollo del territorio. A su juicio, cuáles serían los mayores obstáculos en la creación de asociatividad…

J.P.R.: Hay dos obstáculos en particular: la falta de liderazgo y la falta de empatía o de receptividad en las iniciativas. Es importante que haya personas que se pongan las camisetas, que tengan la voluntad, el tiempo, la disposición de poder generar un proceso de unión, de articulación entre los diferentes actores. Es fundamental, evidentemente, que también existan actores que sean receptivos a ese tipo de demandas. El éxito está en unir a estos dos grandes.

E.V.: Lo usual ha sido la organización de los empresarios alrededor de las PRO. Acaso por no existir un empresariado fornido, en el Cesar se habla de asociatividad u organización de la sociedad civil – empresarios, academia, gremios, sindicatos. Desde tu experiencia ¿debería solo ser exclusivo de empresarios?

J.P.R.: Fortalecer la sociedad civil y dar participación a diferentes profesionales es relevante. Pero si considero que el empresariado tiene un rol importante y cada uno debe contribuir según sus capacidades. Estos procesos requieren recursos y normalmente quienes pueden contribuir son los empresarios; eso se observa en los casos de éxito sostenible, tienen un apoyo del sector para velar por la independencia de esta iniciativa.

Equipo de Enfoque Vallenato junto al director de ProSantander

E.V.: Nuestra sociedad cesarense y vallenata es individualista, sin duda por el modo de producción casi feudal, donde predomina la artesanalidad; cómo organizar el proceso que la haga sostenible e independiente…

J.P.R.: Se necesita mucha creatividad y que cada quien aporte desde sus capacidades. Es cierto que hay empresas que son de otros lados, que no viven sus propietarios en el territorio, no obstante es importante vincularlos y hacerles entender que si al departamento no le va bien a ellos tampoco.

Tiene que haber un movimiento local que despierte el interés de todos esos actores. Las empresas que están ahí, por más pequeñas, tienen que tener la capacidad de aportar como sea y que puedan evidenciar que hay un interés en las locales y sociedad civil por cambiar también.

Además, si solo buscan una agenda particular le hacen daño al proceso.  Solo es capaz de ser sostenible en la medida en que se convoque la participación. Por eso es importante que quienes participan compartan unos valores propios que establezcan claridades.

En ProSantander exaltamos la participación, integridad general y el diálogo, nos ayudan en nuestras estrategias de desarrollo y a no darle la espalda al territorio.

E.V.: El desinterés de la ciudadanía sería un punto de vulnerabilidad de este proceso. ¿Cómo evitar esa situación?

J.P.R.: En la medida que haya un proceso riguroso habrá gente que está dispuesta a participar.  Hay que volver la asociatividad moda, algo a lo que la gente quiera pertenecer. Hay que darle algo llamativo y eso requiere estrategias, saber para qué se quiere. Se necesita una buena gerencia y proyectos rigurosos responsables.

E.V.: ¿Juan Pablo, es posible una asociatividad por simple inercia o generación espontánea, o es el resultado de un liderazgo que jalone y cohesione ciudadanía?

J.P.R.: Alguien tiene que cambiar eso, y no es una sola persona, son varios grupos, cada uno desde sus capacidades. En las experiencias de éxito siempre se observa redes de liderazgo ejemplarizados en personajes, pero evidentemente tiene que haber personas que estén dispuestas a impulsar los procesos.

E.V.: ¿Qué enseña la experiencia en sociedades desarrolladas (Santander, Valle del Cauca, Antioquia, Barranquilla), cómo se ha dado el proceso: ¿la organización civil precede y luego construye el desarrollo territorial, o primero ocurre el desarrollo territorial y luego se organiza la sociedad civil?

J.P.R.: Cada territorio tiene su propio proceso. Por ejemplo, ProAntioquia inició a la par del sindicato antioqueño, en 1975: había una cultura empresarial cuando vieron necesario articular esfuerzos y que el empresario no podía estar ajeno.

En Valle del Cauca tenían unas empresas importantes, dejaron su participación y luego la retomaron. La sociedad de Bucaramanga nace en 1986, pero luego hubo avances tecnológicos y paralizaron procesos; se retomaron hace poco.

Cada territorio tiene sus momentos, pero más allá de pensar que se necesitan grandes empresas, hay que entender que generalmente nacen de amenazas y crisis económicas institucionales.

Tampoco se puede pretender que el desarrollo esté a cargo del alcalde de turno. Si es importante, pero sus dinámicas particulares pueden limitar la rapidez de este: los mandatarios solo hacen planes pensados para cuatro años y los objetivos debe hacerse para 20 o 30 años.

E.V.: El asociarse implica actitud abierta y emprendedora, proscribiéndose el individualismo: ¿Qué debe hacer el Cesar para atraer ‘socios’?

Es un gran desafío. En Santander lo estamos construyendo. Es un proceso permanente el demostrar que la asociatividad funciona generando resultados para que la gente pueda identificar en este tipo de iniciativas victorias tempranas.

A veces hay que establecer las estrategias. En ocasiones se quiere abarcar demasiado, tener muchas cosas y eso hace que los esfuerzos no se concentren. El individualismo no es rentable, a nadie le puede servir el individualismo porque el perjudicado es cada quien.

Una buena estrategia sería elaborar un llamativo plan de trabajo. La gente se monta en ese bus, estoy seguro. Deben buscarse aliados externos reconocidos que permitan abrir la caja y el departamento.

El Cesar cuenta con diferentes personalidades ocupando sectores importantes que si se logran agrupar podrán generar mucho apoyo y éxitos.

E.V.: El departamento de Santander, a pesar de un sector empresarial reconocido, paralizó la asociatividad y luego la retomó. ¿Qué lecciones les dejó esa circunstancia?

Nosotros encontramos varios errores. No había aporte empresarial, solo era una elite pequeña que colocaba barreras a las personas que buscaban participar.

ProSantander solo tuvo un presidente de junta directiva, lo que rápidamente personalizó la institución. Eso no se puede, tiene que tener un dinamismo propio.

Y las estrategias de financiamiento no eran sostenibles, las cuotas mensuales eran bajas y truncaban la contratación del personal idóneo para el cumplimiento de metas.

E.V.: ¿Cómo estimular a esas personas para que lleguen, se vinculen y se queden, convirtiéndose en el mayor atractivo de los inversionistas?

J.P.R.: Hay que darles vía a las grandes empresas, tienen bases fuertes, visión y enfoque de lo que se va a construir y ellos serán los grandes aliados para tocar puertas en cualquier momento.

E.V.: Conoces de primera mano la iniciativa de asociatividad en el Cesar al ser invitado a Dialoguemos Cesar: ¿Cómo viviste esta experiencia y qué recomendaciones entregas al departamento?

J.P.R.: Hay pasión, ganas, lo que uno ve son personas con capacidades enormes, con una serie de redes, contactos, reconocimientos que cualquier departamento consideraría un privilegio; teniendo en cuenta eso, se deben materializar trabajos más concretos y crear instituciones que permitan procesos sostenibles.

E.V.: ¿Cuál es el rol fundamental de las Pro?

J.P.R.: Hay que distinguir entre diferentes tipos de Pro: ProAntioquia, ProPacífico, ProBogotá, ProSantander, ProRisaralda comparten muchas cosas. ProBarranquilla y ProBarranca tienen otros escenarios, enfoques y particularidades.

Nosotros (ProSantander) somos un centro de pensamiento y desarrollo que busca ser una institución independiente de carácter privado, que permita construir una visión a largo plazo del territorio.

Cada territorio busca el objetivo que quiere, pero debe tener una visión del conjunto de iniciativas que tiene que haber en el territorio.

 

 

 

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