Una de las razones de la escasa competitividad del Cesar estriba en que muchos de sus recursos están escasamente utilizados.
El ejemplo más claro es el de la mayoría de las tierras utilizadas hace 50 años en la bonanza del algodón, que en la actualidad están improductivas o escasa y deficientemente empleadas en ganadería extensiva, generando poca riqueza y empleo. En esas condiciones se encuentran unas trescientas mil hectáreas del valle del rio Cesar, desde los contornos del norte de la ciénaga de Zapatosa hasta Valledupar.
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Sobra decir que es una zona, incluido el corredor minero, donde abunda la pobreza y la exclusión y en la que aparece claro que los mecanismos tradicionales de gestión y ejecución de políticas y recursos públicos, e incluso privados, son insuficientes para generar desarrollo, muy a pesar de ser una zona inmensamente rica en recursos naturales (carbón, gas, energía solar, suelos para la agroindustria, entre otros).
Importantes economistas del país sostienen que, como resultado de la crisis actual, es necesario que se implementen modelos que apunten a la exportación, incluso señalando que son las regiones cercanas a las costas las que más deben apuntarle a ello.
En ese sentido es oportuna la promoción de una iniciativa empresarial que apunte hacia el establecimiento de un vigoroso nodo agroforestal en el centro y norte del departamento destinado en gran proporción a la exportación, aunque, estimando que las economías extractivas para la exportación son enclaves que concentran riqueza, debe pensarse en qué parte de esa producción permita establecer en la región la agroindustria de la madera.
Las condiciones que permiten pensar en la factibilidad son varias: (i) disponibilidad de tierras, aptas para el cultivo forestal según lo certificado por el IGAC, para lo cual debería emplearse la convocatoria a los propietarios a la asociatividad y el empresarismo; (ii) existen recursos financieros que pueden ser aplicados: recursos del Fondo del Impuesto al Carbono que hoy cuenta con cerca de un billón y medio de pesos que se recaudan desde el 2017 y hasta la fecha no se han utilizado, con el plus de que el 70% de ellos deben invertirse en los 170 municipios PEDET dentro de los cuales tenemos 8 en el área propuesta; también podría accederse a los recursos CIF y los del ICR y, por supuesto, también habría que considerar inversión de recursos de regalías.
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Por último, no debe perderse de vista que la región cuenta con el ferrocarril, que, a mediano plazo, con la inevitable caída de las exportaciones de carbón, va a quedar disponible como una infraestructura mucho más barata que el transporte terrestre hacia los puertos.
¿Qué se requiere para el impulso de la iniciativa? Creación de una promotora que vincule a empresarios con experiencia y capital, voluntad política de los responsables públicos, y participación de la academia para brindar insumos y acompañamiento. Con eso debería darse el paso siguiente: estudios de factibilidad al proyecto
* Abogado, U. Libre, Bogotá. Especializado en Derecho Constitucional y Parlamentario, U. Externado, Bogotá. Master en Dirección Estratégica, U. Internacional Iberoamericana de Puerto Rico. Ex Representante a la Cámara. Consultor