“La Economía Naranja es uno de los conceptos que está revolucionando el sector creativo. Es una oportunidad para tomar en cuenta el talento de otros, intercambiar ideas y dar vida a un producto completamente innovador y lleno de valor intelectual” Young Marketing.
Este concepto de ‘economía naranja’, también conocido como ‘economía creativa’, se está visibilizando actualmente como la realidad de muchos países que hoy le apuestan a la generación de ingresos y empleo, a través del aprovechamiento del talento de sus habitantes y la cultura de sus territorios.
Este sector, es precisamente la idea bandera de uno de los precandidatos presidenciales de Colombia, que llegó a Valledupar a exponer su posición frente a esta economía, se trata de Iván Duque, quien presentó el proyecto de ley sobre la economía en cuestión llamado ‘Ley Naranja’, una “iniciativa que busca desarrollar, fomentar, incentivar y proteger las industrias creativas, para que sean entendidas como aquellas industrias que generan valor en razón de la propiedad intelectual y su origen y su alcance cultural”, y que además se convirtió en la primera ley general de industrias creativas de América Latina.
En nuestro país, la economía creativa es un sector que le está representando más que la minería al PIB colombiano, y en términos de empleo, genera más que la producción y comercialización del café, tal como lo indicó el senador Duque.
Por su parte, expresó que en países como México la economía naranja representa el 7% del PIB, en Gran Bretaña es el 8%, y en Estados Unidos es el 11%. En relación a Colombia, según la Cuenta Satélite de Cultura, los aportes al PIB colombiano están entre 1.5% y el 1.7%.
Los festivales, carnavales, la gastronomía, el patrimonio ancestral, los centros arqueológicos, las artes visuales y escénicas, la televisión, radio, cine, los medios impresos, y las creaciones funcionales como la publicidad, el diseño y la moda, la joyería, la arquitectura, entre otros, hacen parte de la economía naranja que como ya se mencionó, están generando ingresos muy representativos para Colombia, en especial a las ciudades en las que se desarrollan eventos culturales.
Por ejemplo, el precandidato presidencial por el Centro Democrático, indicó que las ganancias que obtiene la capital del atlántico gracias al carnaval de Barranquilla superan los quince millones de dólares, sin mencionar la cantidad de visitantes que atrae y el empleo que genera, así como lo hacen otros eventos de talla internacional que se realizan en Colombia.
“Nuestro país está desaprovechando estas oportunidades, y nosotros sí estamos comprometidos con esta realidad de Colombia defendiendo siete ideas de la economía naranja: Información, instituciones, infraestructura, industria, integración, inclusión e inspiración”, manifestó Iván Duque, quien además se refirió al caso concreto de Valledupar aludiendo al talento que alberga y a su larga tradición cultural que pronostican a esta ley como la gran oportunidad para la capital mundial del vallenato, “deberíamos tener un bachillerato pensado en la creatividad y la cultura, y crear escuelas especializadas dentro de algunos colegios”, dijo.
La cultura puede resultar siendo un aspecto trasformador de la realidad social y de la economía de un país, por eso la iniciativa del color naranja que se asocia justamente con la cultura la creatividad y la identidad, busca generar cambios sustanciales. “Hay que darle el protagonismo a la cultura que nunca se le ha dado en la historia de este país, creo que la cultura va a ser nuestro verdadero motor de desarrollo” puntualizó el político, Iván Duque.